"Ya sea que pienses que puedes, o pienses que no puedes, estás en lo cierto." Henry Ford 

La motivación es una fuerza poderosa que nos impulsa a alcanzar nuestras metas y sueños. Sin embargo, hay momentos en los que esa chispa parece desvanecerse, dejando espacio a la procrastinación y la falta de energía. Todos hemos pasado por esos días en los que simplemente nos cuesta levantarnos de la cama o concentrarnos en nuestras tareas diarias. Pero es importante recordar que la motivación no es algo que se encuentra por casualidad; es algo que podemos cultivar y fortalecer a través de acciones concretas y hábitos positivos.

En este blog, quiero compartir contigo algunos consejos prácticos para mantener la motivación alta, incluso en los días más difíciles. Desde establecer metas claras hasta rodearte de personas positivas, encontrarás estrategias que te ayudarán a redescubrir esa chispa interna y a mantenerla encendida.

Recuerdo el día en que decidí cambiar mi vida. De repente, no hubo excusas, falta de tiempo, cansancio, nada. Al contrario, puedo afirmar que fue una de las épocas en las que más energía tuve en mi vida. El porqué es sencillo. Tenía algo en mente que me ilusionaba, me hacía vibrar y me motivaba.

Motivación: una palabra que lo cambia todo. Muchos de nosotros nos enfrentamos a la falta de motivación en nuestra vida diaria, lo cual puede ser desalentador. Este problema es común y puede afectar múltiples áreas de nuestra vida, desde el trabajo y los estudios hasta nuestras relaciones personales y metas personales. 

Pero ¿cuáles son los índices de esta falta de motivación?

1. Procrastinación: Cuando nos sentimos desmotivados, tendemos a posponer tareas importantes, lo que lleva a la acumulación de responsabilidades y aumenta el estrés y la ansiedad.

2. Baja productividad: La ausencia de motivación reduce nuestra capacidad para concentrarnos y ser productivos, lo que afecta negativamente nuestro desempeño tanto en el ámbito profesional como personal.

3. Falta de energía y entusiasmo: La desmotivación puede hacer que nos sintamos constantemente fatigados y sin ganas de realizar actividades que solían llenarnos de alegría y entusiasmo. Además vas a notar que te cuesta hasta sonreír. 

4. Impacto en la Salud Mental: La falta de motivación está estrechamente relacionada con sentimientos de desesperanza y la disminución de la autoestima, lo cual puede derivar en problemas más serios como la depresión.

5. Relacionas Personales Afectadas: Cuando estamos desmotivados, nuestras relaciones también sufren. Podemos volvernos más irritable o apartados, afectando negativamente nuestras interacciones con amigos y familiares.

Al comprender estas consecuencias, es evidente que la falta de motivación no es un problema menor; tiene un impacto significativo en nuestra calidad de vida, así como en nuestra salud mental y física.

Consejos prácticos para mantener la motivación. 

1. Establece metas claras y alcanzables

   • Divide tus objetivos a largo plazo en metas más pequeñas y manejables. Esto te permitirá sentir un sentido de logro con cada meta alcanzada y mantener tu motivación alta.

     • Ejemplo: "En lugar de proponerte 'quiero aprender un nuevo idioma', establece metas semanales como 'aprender 20 nuevas palabras cada semana.'"

2. Crea una rutina diaria

   • Tener una rutina estructurada puede ayudarte a mantenerte enfocado y productivo. Incluye tiempo para actividades que disfrutes y que te hagan sentir bien.

     • Ejemplo: "Dedica 30 minutos cada mañana a una actividad que disfrutes, como leer un libro o hacer ejercicio."

3. Mantén un registro de tus progresos

   • Lleva un diario o una libreta donde anotes tus avances y reflexiones sobre tu progreso. Ver cómo has avanzado puede ser una gran fuente de motivación.

     • Ejemplo: "Anota tres logros al final de cada día, por pequeños que sean."

4. Rodéate de personas positivas

   • Las personas que te rodean pueden influir significativamente en tu nivel de motivación. Rodéate de personas que te apoyen y te inspiren a seguir adelante. Es importante que estén motivadas también.

     • Ejemplo: "Únete a grupos o comunidades donde puedas compartir tus metas e intercambiar apoyo y motivación con otros."

5. Visualiza tu éxito

   • Practica la visualización positiva imaginando los beneficios y sentimientos que experimentarás al lograr tus objetivos. Esto puede ayudarte a mantenerte enfocado y motivado.

     • Ejemplo: "Cierra los ojos e imagina cómo te sentirás y cómo será tu vida cuando alcances tus metas."

6. No te castigues por fracasos

   • Todos enfrentamos obstáculos y fracasos. En lugar de castigarte, usa estas experiencias como oportunidades de aprendizaje y sigue adelante. Inspírate de la historia de terceros.

Motivación, como puedes ver, es la clave para transformar nuestros sueños en realidad. Trabaja en ella cada día, y verás los cambios en tu vida.

¿Lista para el cambio?

Si quieres empezar a vivir de otra manera, no dudes en apuntarte en mi próximo taller “Encuéntrate a ti misma”. Trabajaremos muchos de estos puntos.

Foto: Alberto Cognetti