Hace poco estuve agradablemente sorprendida al escuchar las palabras del presidente de la SEOM, Dr. César A. Rodriguez, hablar de autocuidado. Me parece acertado que la Sociedad Española de Oncología Médica insista sobre un tema que, exceptuando unos cuantos iniciados, no parece ser de actualidad.

Esta palabra no se comprende muy bien en Occidente; basta con ver el ritmo de vida que llevamos además de una fe tan ciega en la medicina tradicional que pensamos que puede resolver todo incluido una vida entera de excesos. La Organización Mundial del la Salud (OMS) estima que una de cada ocho personas en el mundo es obesa. Es tremendo y por supuesto que tiene consecuencias en la salud. Para evaluar tu peso, puedes echar un vistazo aquí.

Como ya lo mencionado en varias ocasiones, me estoy formando en el Ayurveda que me apasiona desde hace años. Aprendo de anatomía, acabo de aprobar un examen sobre farmacología ayurvédica y sigo mi aprendizaje porque el campo es enorme. Esta medicina que tiene más de 5000 años está basada en al autocuidado justamente.

Hasta hace unos años tenia una idea absolutamente equivocada del significado de « autocuidado ». Tomar suplementos, comer saludable, light, sin leche, sin gluten, acudir al gim con regularidad, son unas de las pautas que muchos piensan ser  el autocuidado. Lo siento pero no es exactamente eso y tuve que revisar mi copia también. Por ejemplo, comer light no tiene sentido porque necesitamos grasas y durante años me creí esta tontería sin entender que se llamaba marketing. El gluten es otro caso: si compras un pan hecho con una harina dudosa, lleno de azucares añadidos, seguro que es malo para ti. Las etiquetas están para que las leamos... La leche: el Ayurveda insiste en tomar leche siempre y cuando no haya alergia pero ha de ser de buena calidad, no homogeneizada. Saber lo que compramos y dónde lo compramos es importante y no, no siempre es una cuestión de tiempo y/o de dinero. Puedes perder menos tiempo viendo una serie o con tu móvil y mirar dónde puedes encontrar un pequeño productor que entrega sus frutas y verduras al lado de tu casa por ejemplo. Es lo que hice -y la tienda en cuestión está a dos minutos andando de mi casa- porque a menudo comprar en grandes superficies y a veces hasta en tiendas bio es una tomadura de pelo. Que una tienda bio me proponga tomates todo el año es inverosímil pero es lo que pasa. Los tomates se comen en verano, no en otra estación. Y además cuando venden verduras o frutas bio en plásticos. En fin...

Autocuidarse es respetarse tanto mental como físicamente. Aquí algunas de los pequeños gestos que puedes incluir en tu día a día:

• Olvídate del móvil como mínimo al despertarse y al acostarse. Te permite no pensar en lo que otros han hecho o no, en tus deberes del día, etc. Tu prioridad en estos momentos del día es tu bienestar. No es más que un veneno, basta con mirar a tu alrededor.  

• Levántate antes que el sol para estar en silencio y tener tiempo de dedicarte más que un minuto a tu paz mental y meditar. Si te cuesta, quítate paulatinamente 5 minutos de tu sueño cada día, será más fácil. Haz ejercicios para estirarte (mira este vídeo, me resulta muy inspirador), mueve tus articulaciones o pasea unos 15 min. para mover tu body. 

• Hacer de vientre. No te lo esperabas en el listado pero es básico para tener energía y asimilar lo que viene después, es decir ingesta de tus diferentes comidas y de emociones. Si tienes estreñimiento, sería aconsejable revisar tu estilo de vida. No eliminar lo que ingieres hace que acumulas toxicidades en tu cuerpo (deberíamos expulsar lo que comemos, es decir si comes tres veces al día, deberías ir al baño tres veces, etc.). Si acumulas toxicidades (ama en Ayurveda), con el paso del tiempo se transforman en enfermedades. Si es tu caso, una ayuda es añadir más materia grasa en cada de tus comidas, beber agua tibia (no del tiempo) con especies como el cardamomo o el jengibre con ciruelas pasas (remojadas previamente) y una cucharadita de ghee a lo largo del día y durante unas semanas hasta que se resuelva el problema. Te vas a sentir mucho mejor a todos los niveles.

• Practicar ejercicio físico pero no a lo bestia en cualquier época del año como veo en los gimnasios. En verano y en otoño, deberías hacer menos esfuerzo que en invierno y en primavera. Tu cuerpo es tu cuerpo, lo tienes que aceptar, cuidarlo y no modificarlo a golpe de pesas que acaban agotándolo. Hace falta moverse por supuesto pero en el momento que empiezas a sudar demasiado, deberías parar porque significa que tu cuerpo ha llegado a su límite para hoy. Mejor hacer 15 min de ejercicio cada día que dos horas una vez a la semana. Por cierto si no evacuas, no hagas ejercicio sino estiramientos porque en lugar de permitir  a tu cuerpo expulsar las toxicidades, las mueves en todo el cuerpo. La idea es que todo baje primero hasta el colón.

• No comer al medio día delante del ordenador sino en un sitio tranquilo lejos del móvil, periódico, etc. Si puedes evitar hablar, mejor. Cualquier emoción te impide digerir bien. Las emociones también se digieren… No comer si no tienes hambre aunque pase la hora del desayuno, comida o cena. Tu cuerpo es sabio, te enviará señales cuando necesitará algo. Para que te hagas una idea, tener hambre significa que podrías comer hasta un alimento que odias.

• Dormir como mínimo ocho horas (si es mejor levantarse antes de que amanezca, haz tus cálculos). Lo ideal es alejarse de cualquier ruido una hora antes de ir a la cama. Y en tu habitación nada de aparato como televisión, Ipad o móvil.

Todo eso puede parecer una barbaridad sobre todo en el mundo en el que vivimos. Pero la salud tiene un precio, el que das a tu propia vida. Si te compensa trabajar 15 horas al día, comer mal y al final nunca escucharte en primera persona porque los demás son más importantes así como placeres inmediatos o tú imagen lo son, allá tú.

No es mi visión de la vida y en cuanto noto que una vez más me exijo más de la cuenta, paro de inmediato. Eso no es sinónimo de privación para nada. Es simplemente una cuestión de elección. Si salgo, pues los días siguientes llevo una vida más tranquila para no vivir en un constante desequilibrio que acabará haciéndome daño.

Me llama mucho la atención que últimamente no me haya cruzado con nadie que no me haya dicho que estaba corriendo de un lado a otro y que no podía más. ¿Qué sentido tiene vivir así?

El autocuidado es indispensable siempre y cuando comprendemos nuestras necesidades y tomamos el tiempo de escucharnos. Para eso hay que ir a contracorriente de lo que se nos exige. 

¡Feliz semana!